jueves, 8 de marzo de 2012

Y ahora, arde

Yo juego con fuego cada vez que cruzamos palabras. Como si no fuera nada, yo junté mil fósforos de mil historias que te conté noche tras noche antes de dormir. Como si no fuera nada, tú los prendiste y me dejaste sola en el cuarto que algún día fue blanco, del que ahora ya no queda nada más que humo y cenizas. Y yo siempre supe que jugaba con fuego, con tu llama inestable que se apagaba con mis suspiros, esa que algún día fue fogata, de la que ahora ya no queda nada más que humo y cenizas. Yo lo supe en tu mirada naranja, en tu corte de pelo, en tus manos llenas de polvo. Yo lo supe en mis lágrimas secas que perdieron humedad con el tiempo, por el calor que ahora tengo. Y como si no fuera nada, me quemé jugando con fuego.