domingo, 7 de marzo de 2010

Relato Ficticio II

Ella aprendió a perdonar y lo olvidó, olvidó todo y más. Mentiras, traiciones y puñaladas: qué son al lado del amor, amor verdadero. Nada, no son nada.

No puedo perdonar por más que quiera.

Dale otra oportunidad, todos nos equivocamos.

Y qué trilladas le sonaron aquellas palabras, ella sabe que todos nos equivocamos pero esta vez ella no había tenido la culpa de nada. Perdonar es más difícil si crees que eres inocente, pensó. Cuántas veces me he equivocado, a cuántas personas he herido, cuántos me han perdonado… decenas de preguntas invadieron su cabeza. Entonces, fue y pidió perdón a quien más había hecho daño.

Estoy arrepentida, ¿me perdonas?

Te perdono y lo olvido, olvido todo y más

No lo podía creer, había sido perdonada por quien más había lastimado. Más preguntas invadieron su cabeza, esta vez, con grandes convicciones por seguir aquel ejemplo, maravilloso ejemplo. Así, tomó una decisión.

Y ese día, perdonó, perdonó y lo olvidó, olvidó todo y más. Mentiras, traiciones y puñaladas: qué son al lado del amor, amor verdadero. Nada, no son nada.

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