jueves, 18 de febrero de 2010

mi dedo índice en tu mano

-A-
Pongo mi dedo índice en tu mano y así podría caminar el resto de mi vida, acompañada, así pasa mi adolescencia y de pronto me gradúo, y tú ahí, mi primer trabajo de verdad, y tú ahí, un vestido y otro, a ver cuál es el perfecto para la ocasión, no me lo compro sin tu aprobación, me caso, tú en segunda fila (ni primera ni tercera), el bautizo del segundo ñaño, tú cargándolo, yo sonriendo, mi dedo índice en tu mano y un arcoíris se dibuja en el cielo, el agua cae en su frente y comprendo que no pude haber elegido mejor, el ñaño estará en buenas manos y ahora él coge tu dedo índice, acompáñame a buscar nido, colegio, uniforme, ropa, muebles, necesito depilarme, la brasilera nunca más ¿te acuerdas? ¡Cómo olvidarlo! Coge a los niños, vamos a la playa, al diablo con la chamba, quiero vacaciones, el amanecer que se veía desde una cama, ahora, desde un bar miraflorino a la moda, y pensar que los creía viejos, viejas las dos, vieja tú, pero mi dedo sigue ahí y lo coges fuerte porque la vida no deja de golpear, ay de mí si lo sueltas, ay del vestido y la boda perfecta, del ñaño, del nido, de los muebles, de los primos, del arcoíris que no volvió a salir sobre mi casa.

-B-
Pongo mi dedo índice en tu mano y así podría caminar el resto de mi vida, acompañada, así pasa mi adolescencia y de pronto me gradúo, y tú ahí, mi veinte de enero, y tú ahí, la cortadita de pelo, el corazón blanco y luego el negro, que ahora vivo allá y luego por aquí nomás, me mandan a provincia, no dejes de mandarme mails, voy a ir a Misa de Navidad, qué tal tu ñaño, el próximo lo quiero para mí, qué tal en la corte y los clientes difíciles, aún no creo en el socialismo, ¿me llevas al centro? ¡Claro! Mi dedo índice en tu mano y un arcoíris se dibuja en el cielo, y te vas a dormir un viernes “a esta hora se está despertando y bañando con agua fría”, y cada día antes de dormir “Señor, bendícela y a su familia también”, y la edad llega aunque estés de negro, viejas las dos, vieja tú, pero mi dedo sigue ahí y lo coges fuerte porque la vida no deja de golpear, ay de mí si lo sueltas, ay de las tentaciones más difíciles de vencer, de los lindos recuerdos y todo lo que aprendí del español, del arcoíris que no volvió a salir sobre mi casa.

-C-
Pongo mi dedo índice en tu mano y así podría caminar el resto de mi vida, acompañada, así pasa mi adolescencia y de pronto me gradúo, y tú ahí, mi veinte de enero, nuestro veinte de enero, y tú ahí, ni crean que en el mismo cuarto, la cortadita de pelo, el corazón blanco y luego el negro, que ahora vivo allá y tú por el otro lado y luego por aquí nomás, usted a Arequipa y usted a Trujillo, usted con los niños y usted a la coordinación, de pronto a Francia y las lágrimas lo dicen todo, yo nunca aprendí francés, Padre le prometo que aprenderé rápido, no a usted la queremos en la contabilidad, mi dedo índice en tu mano y un arcoíris se dibuja en el cielo, ahora las Laudes y las Vísperas nos unen, ¿Me extrañaste? ¡Claro! Entonces dime algo bonito, tu francés ha mejorado y tienes una arruga más, viejas las dos, vieja tú, pero mi dedo sigue ahí y lo coges fuerte porque la vida no deja de golpear, ay de mí si lo sueltas, ay de las tentaciones más difíciles de vencer, de las apariciones extrañas que nos espantan, del blanco y del negro, de los viajes, del arcoíris que no volvió a salir sobre mi casa.

-D-
Pongo mi dedo índice en tu mano y así podría caminar el resto de mi vida, acompañada, así pasa mi adolescencia y de pronto me gradúo, y tú ahí, veinte de enero, y tú ahí, ahí yéndote con las de blanco y negro, y yo feliz por ti, y no lo asimilo, te extraño, me caso en Abril (pide permiso o te mato), tú en segunda fila (ni primera ni tercera), el bautizo del segundo ñaño, tú cargándolo, yo sonriendo, mi dedo índice en tu mano y un arcoíris se dibuja en el cielo, el agua cae en su frente y comprendo que no pude haber elegido mejor, el ñaño estará en buenas manos y ahora él coge tu dedo índice, corazón blanco y luego negro, escríbeme, llámame, te vas y las lágrimas lo dicen todo, ¿Me extrañaste? ¡Obvio! Entonces dime algo bonito, eres el pingüino más lindo del mundo, te invito a almorzar, claro que te jalo al centro, pídeme lo que quieras, se te sale una cana por el costado, viejas las dos, vieja tú, pero mi dedo sigue ahí y lo coges fuerte porque la vida no deja de golpear, ay de mí si lo sueltas, ay del matrimonio perfecto, del ñaño, de los lindos recuerdos y todo lo que aprendí del español, del arcoíris que no volvió a salir sobre mi casa.

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